jueves, mayo 27, 2010

Ahora tengo eBooks en mi biblioteca

Hace aproximadamente 6 años empecé a ensamblar mi biblioteca de acondicionamiento físico, a la cual posteriormente adicioné libros de kinesiología y terapia física. Al momento tengo alrededor de 50 libros, cuyas extensiones varían entre las 200 y las 1000 páginas. Llevar uno o más de mis libros a la mano o en la mochila para leerlos en otro lugar, particularmente si se trata de los más grandes (de 3 kg o más), en verdad es incómodo. Asimismo, aunque mi biblioteca aún es pequeña, puedo anticipar que desplazarla a otro sitio requeriría varios viajes. Por este motivo, como te he comentado anteriormente en varias entradas sobre dispositivos, publicadoras y proveedores de libros electrónicos, estoy muy interesado en adquirir un dispositivo lector de libros electrónicos, en el cual yo pueda llevar una colección entera de libros en un conveniente aparato portátil.

De hecho, ya he empezado a agregar libros electrónicos a mi biblioteca, los cuales leo en mi computadora portátil hasta comprar un dispositivo lector dedicado. Hasta el momento he adquirido ocho eBooks, todos de la misma publicadora, Human Kinetics (HK), y en el mismo formato, Adobe Digital Editions. Tengo planes de comprar varios eBooks más, tanto de HK como de otro proveedor que acabo de descubrir y que te mencionaré en el futuro.

Los libros impresos y los electrónicos coexistirán en mi biblioteca por un buen tiempo, y hay ocasiones en las que prefiero adquirir la versión impresa frente a la versión electrónica, y viceversa. La razón obvia para comprar la versión impresa es la situación en la que no existe una versión electrónica de un título que me interesa mucho; todavía son relativamente pocos los libros de terapia física que están disponibles en versión electrónica, y también hay casos de libros que sí tienen versiones electrónicas pero cuya distribución está restringida a un territorio específico. Otras razones para que yo me incline por las versiones impresas son, por ejemplo, cuando el libro impreso está en oferta a un precio excelente, o cuando se trata de un clásico de la terapia física que demanda exhibirse en mi estantería.

Por otro lado, prefiero la versión electrónica cuando su precio es significativamente inferior a la versión impresa (generalmente cuestan entre 10% y 40% menos), cuando el libro me ayudaría a satisfacer una necesidad urgente de información (ya que uno los compra y los descarga enseguida), o cuando la versión impresa es tan grande que importarla a mi país significaría costos muy elevados. Este es justamente el caso de un libro que me interesa muchísimo, el "recontra" esencial Pathology de Goodman, el cual es el libro más grande que yo haya pretendido comprar: tiene alrededor de 1700 páginas y 4 kg. Este es un libro que intentaré adquirir en ese segundo proveedor que te mencioné hace un momento.

Si te interesa probar los libros electrónicos y quieres enterarte de mi experiencia con los eBooks de HK en formato Adobe Digital Editions, avísame mediante un comentario y escribiré más al respecto en este blog.

lunes, mayo 24, 2010

Trabajo, estudio, familia, vida personal: ¿Cómo conjugarlas?

Durante los cuatro años de estudios en el programa de terapia física (del cual egresé a finales del 2009) prácticamente no trabajé. Fueron cuatro años de no tener dinero en los bolsillos y de acumular deudas, y un periodo dedicado casi en su totalidad a los estudios, tanto de lo visto en la universidad como de otras cosas que atraían mi interés; de todo eso he podido derivar gran parte de lo que he escrito en este blog. Recientemente, la situación cambió, como ya te había contado.

Desde hace algunos meses estoy trabajando en informática (mi primera profesión), y esa es una actividad que se lleva la mayor parte de mi día, tanto en mi lugar de trabajo como al regresar a mi casa. Aparte de eso, tengo otros trabajos a los cuales dedico unas cuantas horas a la semana, y en los días que vienen planeo empezar el desarrollo de mi disertación de tesis. Todo esto, como se podría esperar, ha ocupado el tiempo que antes empleaba en la lectura y búsqueda de información en terapia física, y ha reducido marcadamente el tiempo que tengo para sentarme a redactar entradas en este espacio; tú probablemente hayas notado este hecho al constatar una disminución en la frecuencia de publicación en este blog.

Al conversar sobre cómo uno se las arregla para balancear las diferentes actividades de la vida diaria, un profesor, quien está siempre mil veces más ocupado que yo, me hacía caer en la cuenta, "Y eso que no tienes hijos y una familia que cuidar". Con los trabajos que tengo ahora, y con aquellos que pueda ejercer en el campo de la terapia física una vez que me gradúe, me pregunto cómo me las arreglaré para organizar mi vida y no descuidar nada importante. Ciertamente, con más responsabilidades profesionales, no podré continuar con el ritmo de lectura y consulta de información que tuve cuando era estudiante, a menos que enfoque mi profesión hacia lo académico (lo cual es, francamente, una posibilidad que me atrae).

Hoy quiero únicamente destacar dos cosas. Primero, al estudiante le sugiero que aproveche todo el tiempo que tiene durante su carrera a estudiar: lee, consulta, busca, investiga, conversa con compañeros y profesores; en definitiva, entérate bien en qué consiste la terapia física y procura ensamblar un conocimiento redondeado sobre la profesión, sobre el cual puedas sustentar tu ejercicio cuando te gradúes; más tarde, ya con obligaciones profesionales y familiares, será más difícil hacerlo. Segundo, quiero preguntar a los lectores del blog, particularmente a aquellos que ya trabajan y tienen una familia que cuidar, ¿cómo hacen para mantenerse al día en la profesión, en medio de sus responsabilidades profesionales, familiares y comunitarias, y de otras actividades que forman parte de la vida personal cotidiana? ¿Cómo organizan su día, su semana, su mes, su año?

sábado, mayo 22, 2010

Persona, tarea y entorno: su influencia en el movimiento humano (Introducción)

En este momento yo no conozco quién propuso originalmente la idea de que todo movimiento humano es influenciado por las características de la persona, de la tarea y del entorno, pero leí algo sobre esto por primera vez hace dos o tres años en el famoso libro de control motorde Anne Shumway-Cook y Marjorie Woollacott. Desde ese momento, he encontrado múltiples referencias a esta noción en otros libros de comportamiento motor, y también en libros generales de terapia física, de biomecánica y de entrenamiento deportivo.

Recientemente me volví a topar con este concepto en el libro Fundamentals of Motor Behavior(2010), donde su autor, Jeffrey Fairbrother, sostiene (página 36) que el comportamiento motor puede ser visto como el producto de estos tres elementos:
  1. Las capacidades y limitaciones de la persona.
  2. Las demandas de la tarea.
  3. La influencia del entorno.
Según esta noción, tanto el entrenamiento de un atleta que trabaja para mejorar su desempeño como la rehabilitación de una persona con una función motriz disminuida deben tomar en cuenta no únicamente la condición física de la persona, sino la tarea que ejecuta y el entorno donde lo hace.

Así, el rendimiento de un atleta cambia tanto con una mejor, o peor, condición física, como con las variaciones en los desafíos a los que se enfrenta y con modicaciones en el entorno en el cual se desenvuelve en un momento específico (con un terreno o clima diferente, con competidores de menor o mayor nivel, cuando siente la presión de una audiencia que lo anima o que lo desanima, cuando se trata de una práctica rutinaria o de una competencia importantísima, etc.). De igual forma, una persona que trabaja para recuperar la capacidad de caminar y que ha demostrado grandes avances en entornos controlados como un consultorio de terapia física, no necesariamente está listo para enfrentar las demandas impuestas por tareas y entornos menos controlados, como podrían ser situaciones como caminar mientras sujeta algo en sus manos (p.ej., las compras del supermercado, un plato con comida o un vaso con líquido que se puede regar); desplazarse por una acera con muchos peatones avanzando en torno al paciente en diferentes sentidos; el cruce de una calle transitada por muchos vehículos, con el semáforo en rojo pero a punto de cambiar a verde; y así sucesivamente, entre una infinidad de situaciones posibles de la vida diaria.

En las próximas entradas intentaré ampliar un poco más este tema, mencionando lo que encuentre sobre la relevancia que tiene para el terapeuta físico el considerar la persona, la tarea y el entorno en las intervenciones que realiza con sus pacientes.

sábado, mayo 15, 2010

Bioética y profesionalismo en las series médicas televisivas

Esto es algo que no pensaba que encontraría. Se trata de un estudio titulado "Bioethics and professionalism in popular television medical dramas", el cual fue publicado en Journal of Medical Ethics en el 2010. En este estudio, los autores (todos afiliados de una u otra forma a la prestigiosa Universidad John Hopkins) analizaron una temporada completa de las populares series de televisión Grey's Anatomy y House para cuantificar la ocurrencia de situaciones que involucraban decisiones bioéticas y de profesionalismo (entre colegas, y entre profesionales y pacientes), y el tratamiento que recibían estos asuntos en los entornos médicos representados en estas series. El estudio encontró que las desviaciones del profesionalismo en estas series eran en ocasiones flagrantes, y que ocurrían con mucha mayor frecuencia que la demostración de comportamientos ejemplares de parte de los profesionales.

A la vez que reconoce que estas series televisivas están diseñadas para el entretenimiento más que para representar situaciones y decisiones reales, el estudio sugiere que los casos presentados en estas series podrían emplearse en las aulas de los programas de educación en las ramas médicas para plantear discusiones y críticas en torno a asuntos bioéticos y de profesionalismo, que son temas que muchas veces no son bien recibidos por los estudiantes en el formato tradicional de clases.

Se trata de una lectura interesante; te recomiendo que le dediques un poco de tiempo.

miércoles, mayo 12, 2010

El fútbol, y la terapia física, como lo ven los estadounidenses

Si alguna vez has visto un partido de la liga de fútbol de Estados Unidos de América, o algún partido internacional transmitido por una cadena de EUA, seguro habrás notado la propensión que tienen los estadounidenses hacia cuantificar todo lo que pasa en la cancha de juego. Mientras transcurre el partido en televisión, verás todo tipo de estadísticas de los jugadores, los equipos o las naciones que se enfrentan, tanto del partido en cuestión como de encuentros pasados; frecuentemente, para quien no está acostumbrado a ello, el vaivén de las cifras obstaculiza o distrae la visión del partido.

Un ejemplo clarísimo de esa inclinación por cuantificar todo es el análisis matemático-físico que realiza un comentador estadounidense sobre uno de los goles del magnífico Roberto Carlos, cuyo video incrusto a continuación (te anticipo que no se trata del inolvidable gol de tiro libre que Roberto Carlos convirtió contra Francia hace más de una década; para un análisis de ese gol habrá que esperar al programa "La Ciencia del Gol" que se estrenará en Discovery este domingo, 16 de mayo; resalto también que en este momento no diré nada sobre la exactitud del análisis).



En la página de YouTube del video (haz click sobre cualquier parte del video para ir a ella), verás los comentarios acertados de algunas personas, que resaltan precisamente lo que yo quiero hacerte notar hoy: mientras el narrador deportivo latinoamericano exclamaría simplemente "¡Gooolazo!" al presenciar o revivir tremendo gol, los estadounidenses se han tomado la molestia de analizarlo hasta desmenuzarlo en números.

¿Qué relevancia puede tener esto en un blog de terapia física? Aparte de que estamos en época del mundial y de que --no nos engañemos-- todos llevamos el fútbol en la sangre y que podemos discutirlo en cualquier momento, lo menciono en este espacio porque es algo que he notado que pasa en otros campos, incluyendo en las profesiones como la terapia física. He encontrado evidencia de ello en los libros (y demás material que he consultado) de nuestra profesión, y pienso que es algo que hace que la terapia física como la predican y practican los estadounidenses puede resultar hasta cierto punto artificial para los estudiantes y profesionales de nuestros países, quienes se inclinan más por la visión europea de las cosas, como he dicho anteriormente (aquí y allá). ¿Qué opinas tú sobre esto?

domingo, mayo 02, 2010

La licenciatura en terapia física: apenas el inicio

Durante el último semestre de clases, hubo la oportunidad de conversar y discutir sobre la percepción individual que mis compañeros y yo teníamos sobre la educación que habíamos recibido, y acerca de lo que podíamos esperar de nuestra profesión en el futuro, basándonos en lo que habíamos vivido y presenciado hasta ese momento. En esas ocasiones, mi opinión de que necesitamos un mayor sustento teórico para lo que hacemos y de que tras obtener la licenciatura tendremos que buscar un nivel mayor de formación profesional, no fue bien recibida por muchos; talvez mis argumentos no fueron suficientemente claros y convincentes en ese momento. Sin embargo, apenas unos días atrás (varios meses después de haber egresado), conversé largamente con una compañera nuevamente sobre esto, y ella me dijo, "Recién ahora entiendo a lo que te referías cuando hablábamos de esto en clases; siento que no tengo otra opción que buscar más educación para atender con responsabilidad a mis pacientes".

En la universidad, yo sentía que había una urgencia de parte de muchos compañeros de salir a atender a pacientes; otros, en menor número, tenían como objetivo el procurarse más educación después de graduarse. Mi opinión personal, como digo, es que nuestro enfoque, dado que pertenecemos a una nueva generación de terapeutas físicos que inician su ejercicio profesional con el título de licenciatura, debería centrarse en buscar formación más profunda y especializada.

La transición a los programas de licenciatura en terapia física en el Ecuador, como yo la concibo, no es simplemente una oportunidad para agregar más créditos y asignaturas a los programas de educación existentes; al contrario, es el momento para rediseñar y reestructurar completamente los programas de terapia física para impartir una educación más global que permita a los estudiantes tener más opciones cuando se gradúen. En efecto, esto último es precisamente lo que están haciendo muchos pioneros de la profesión en este país que se dedican a la docencia.

Anteriormente se esperaba que los graduados en terapia física sean personas que hagan cosas; ahora, con la licenciatura, se espera que ellas sean profesionales capaces de tomar, por cuenta propia, decisiones conscientes e informadas. En el pasado, la educación en terapia física culminaba en un punto en el cual los profesionales no tenían otra opción que trabajar; ahora, con la licenciatura, los profesionales pueden aspirar a una infinidad de posibilidades de formación, entre ellas, las certificaciones nacionales e internacionales; los posgrados como los diplomados, las maestrías y las especializaciones; y los doctorados profesionales (como el título de DPT, para aquellos que decidan vivir en Estados Unidos de Norteamérica) y doctorados académicos (el Ph.D., para quienes estén interesados en la investigación científica o en la docencia universitaria). Las membresías en organizaciones profesionales internacionales ahora también son una posibilidad. Como se puede ver, ya no existe un límite en la educación que el terapeuta físico puede conseguir; yo pienso que este nivel de educación podría ser un factor que ayude a la terapia física a obtener el reconocimiento que se merece dentro del ámbito de las profesiones de la salud.

Naturalmente, hay que mencionar que, en la actualidad, para obtener educación avanzada específicamente en terapia física hay que buscar educación en el exterior; sin embargo, en Ecuador ya tenemos profesionales que se dedican a la docencia que han venido del exterior con títulos de posgrado, y otros que están realizando estudios de cuarto nivel en ramas afines en universidades locales. Con suerte, estos profesionales luego instaurarán programas de posgrado de terapia física en Ecuador, para el beneficio de los que vendremos después que ellos.

Para nosotros, compañeros, quiero reiterar mi opinión de que la licenciatura es apenas el inicio. Mi reconocimiento y mi agradecimiento a los profesionales pioneros que han trabajado (y luchado) con empeño para que la terapia física pueda dar este, tan necesario e importante, cambio de dirección.