Como sucede con toda persona, hay cosas en la vida que me hacen sentir escalofríos, por emoción. Lo que presenta el video incrustado dispara esas emociones. Gracias a mi hermano por el video (quien, sin duda, habrá sentido más escalofríos que yo).
No he jugado fútbol en años, y sí, lo extraño, como a un viejo y querido amigo, con el cual ansío ponerme al día. Extraño terriblemente la época de jugar entre amigos, haciéndolo por diversión y satisfacción, sin la presión artificial de la competencia y sabiendo que lo único que uno se propone patear en la cancha es el balón, no piernas; una cancha de donde uno sale festejando goles, no lamentando una nariz rota.
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