domingo, mayo 29, 2011

Para atajar, hay que anticipar

[Nota: Debido a un error de mi parte, un borrador muy temprano de esta entrada posiblemente llegó a los subscriptores que utilizan el feed de RSS. Lamento la confusión.]

En el fútbol, mi posición en un equipo definitivamente es en la defensa. En una disputa frente a frente con un atacante, siempre he procurado enfocar mi atención directamente en el balón, de tal forma que las maniobras corporales que el atacante efectúa con la finalidad de despistarme (a veces sin siquiera tocar el balón) no consigan distraerme de mi único objetivo: quitarle la pelota. En general, pienso que eso me ha traído buenos resultados, y puedo decir que en mis mejores épocas yo era un defensa bastante efectivo y limpio.

Por otro lado, tras leer un poco sobre el comportamiento motor humano ahora entiendo que para los arqueros que tienen en sus manos la misión de atajar un penal, la estrategia más efectiva es justamente la contraria: Más que centrar su atención en el balón, deben leer e interpretar los movimientos del cuerpo del adversario antes de que éste remate para poder anticipar y predecir hacia dónde se dirigirá el balón, y así iniciar el movimiento prematuramente en un intento por atajarlo.

Un arco de fútbol tiene 7.3m de ancho y 2.4m de alto. Los penales se cobran desde una distancia de 11m, y el balón recorre ese espacio en alrededor de 600ms, en promedio. En ese lapso (que se inicia con el impacto del balón), si no utiliza la anticipación el arquero debe realizar todo lo siguiente: (1) observar al balón, (2) tomar una decisión sobre a dónde dirigirse, y (3) planear y ejecutar el movimiento de su cuerpo. El hecho de que la fase (3) por sí sola requiere más de 500 milisegundos explica por qué, sin anticipación, es virtualmente imposible atajar un penal bien ejecutado, particularmente en el caso de los porteros novatos. Los arqueros experimentados, al anticipar el rumbo del balón e iniciar el movimiento antes de que el adversario remate, incrementan significativamente sus probabilidades de éxito: un arquero experimentado ataja más o menos uno de cada cuatro penales.

Se han hecho estudios que comparan los movimientos oculares de porteros novatos y experimentados, y se ha descubierto que, con la finalidad de anticipar y predecir el rumbo del balón antes del remate, y evitar ser víctimas de las engañosas "fintas", los arqueros experimentados en primer lugar observan el rostro del oponente para intentar descubrir sus auténticas intenciones basándose en la dirección de su mirada, y luego se enfocan en sus extremidades inferiores y en la relación de sus pies con el balón. Por otro lado, los arqueros novatos no utilizan una estrategia de observación consistente y tienden a enfocar su vista en el tronco del jugador.

En actividades motrices como ésta, hay que señalar que la anticipación, aparte de beneficios, también tiene costos: Con frecuencia se puede observar a arqueros que se lanzan prematuramente en una dirección totalmente opuesta a la que el balón finalmente tuvo. En relación con esto, los investigadores del comportamiento motor han planteado la existencia de un periodo refractario psicológico (PRP)*, que es un periodo transitorio durante el cual un movimiento planeado e iniciado ya no puede modificarse o cambiarse por otro; por este motivo, un arquero que ha anticipado el remate incorrectamente y que se dirige en un sentido ya no puede revertir su movimiento oportunamente**. En el fútbol, al igual que en otros deportes, los jugadores que quieren esquivar o engañar a otros toman ventaja de este fenómeno de PRP, y mediante "fintas" provocan una respuesta en el defensor en un sentido que no puede invertirse a tiempo para bloquear el movimiento que el atacante finalmente ejecuta, y así el atacante obtiene preciosos milisegundos de ventaja.

(* Este fenómeno es diferente al periodo refractario que se observa en la fisiología muscular inmediatamente después de una contracción, un periodo transitorio durante el cual una fibra muscular es insensible, y no responde, a los estímulos eléctricos que le son aplicados.)

(** A esto habría que aumentar, evidentemente, la inercia y otros factores físicos que dificultarían el cambio en la dirección del movimiento.)

BIBLIOGRAFÍA

viernes, mayo 27, 2011

Diferencia entre cadenas cinemáticas y cadenas cinéticas

En la literatura sobre biomecánica y análisis de movimiento se hace una distinción clara entre un análisis cinético y un análisis cinemático. En ese contexto, un análisis cinético es aquel que se realiza tomando en consideración y describiendo las fuerzas que participan en ese movimiento (como pueden ser la fuerza muscular, el peso del cuerpo o de los objetos que se manipulan, las fuerzas de reacción, la fricción, la resistencia del aire, entre otros). Por otro lado, el análisis cinemático es aquel que se concentra en describir el movimiento mediante parámetros de espacio o tiempo (desplazamiento, velocidad y aceleración, tanto lineales como angulares), sin consideración de las fuerzas involucradas.

Sin embargo, la distinción entre cinético y cinemático a veces no es tan clara cuando se habla de cadenas cinéticas y cadenas cinemáticas. A pesar de que la diferencia entre cinético y cinemático siempre me ha parecido bien delimitada en lo que se refiere al análisis del movimiento, ahora noto que en las ocasiones en las que he hablado sobre cadenas cinemáticas (mediante este enlace llegas a dos entradas al respecto), yo tampoco he hecho una diferenciación entre ellas de una forma consistente; me disculpo por esto. Para compensar, quiero presentar brevemente algunas definiciones.

Los autores brasileros Sérgio T. Fonseca, Thales R. Souza, Juliana M. Ocarino, Gabriela P. Gonçalves y Natália F. Bittencourt presentan definiciones que me parecen útiles en un par de libros que tengo en mi biblioteca. Me permito reproducir esas definiciones aquí.

En primer lugar, en la página 477 del libro Scientific Foundations and Principles of Practice in Musculoskeletal Rehabilitation(David Magee, James Zachazewski, William Quillen; 2007), los autores antes mencionados presentan estas definiciones concisas (el énfasis en cursiva lo puse yo):
  • Cadena cinética: Segmentos mecánicamente acoplados en los cuales las fuerzas que emergen de un segmento son transferidas a otros segmentos.
  • Cadena cinemática: Segmentos mecánicamente acoplados en los cuales el movimiento de un segmento puede resultar en el movimiento de otros segmentos.
Estas definiciones nuevamente enfatizan que lo cinético tiene que ver con las fuerzas; siendo más precisos, con la transferencia de las fuerzas de una parte del cuerpo a otras. En este sentido, es evidente que en las entradas anteriores de este blog yo tendría que haber hablado exclusivamente de cadenas cinemáticas, ya que hablaba de la independencia o interdependencia del movimiento de una articulación en relación con el de otras. Me falta, por tanto, proporcionar un poco más de información sobre las cadenas cinéticas, por lo cual a continuación cito lo que los autores brasileros dicen sobre ellas en la página 287 del libro Athletic and Sport Issues in Musculoskeletal Rehabilitation(David Magee, Robert Manske, James Zachazewski, William Quillen; 2010):
Mientras un jugador [de fútbol] realiza cualquiera de estas tareas [se refiere a los componentes del deporte, como correr, saltar, cabecear, colisionar con otros jugadores, etc.], todo su cuerpo es sometido a fuerzas internas y externas que tienen que ser disipadas o transferidas apropiadamente para mejorar el rendimiento o para proteger a los diferentes tejidos biológicos de las lesiones. El involucramiento de todo el cuerpo en el proceso de enfrentarse con las fuerzas internas y externas durante la ejecución de cualquier actividad define a la cadena cinética. Por lo tanto, incluso cuando se describe un único componente de un deporte, como la patada [en el fútbol], la contribución de toda la cadena cinética a la ejecución de la tarea debe ser considerada.
Espero que ahora quede más claro a qué nos referimos con cinético y cinemático en todos los contextos.

miércoles, mayo 25, 2011

Urgente: se requiere una gran dosis de teoría

Desde que tomé mi primera clase de terapia física, hace más de cinco años, pero principalmente desde que arranqué con este blog, hace casi tres, mi opinión personal ha sido que los terapeutas físicos deben restarle tiempo a la aplicación de pomadas "calientes", masajes y ultrasonido, y dedicarlo en su lugar al estudio de la "teoría" de la terapia física. Es decir, mi opinión es que la nueva generación de terapeutas físicos debe reorientar totalmente su formación y su labor, de tal forma que el hacer lo que visto o lo que me han dicho pierda su sitio definitivamente ante el evaluar y pensar por qué hago lo que hago en primer lugar; para lograr esto, considero que la terapia física debe utilizar a la teoría como su asiento. En otras palabras, la terapia física, desde mi punto de vista, debe iniciar su migración --hasta hoy postergada pero absolutamente necesaria-- de lo técnico a lo profesional, y la teoría es la nave que debe abordar para llegar a su destino.

No han faltado comentarios verbales y escritos que me cuestionan y me critican por mi concentrado empeño en la teoría. Sin embargo, nadie ha conseguido, hasta hoy, lograr que yo cambie de parecer: se requiere una gran dosis de teoría para revitalizar y rejuvenecer a la terapia física. ¿Cómo es que, al parecer, casi nadie ha considerado este tratamiento?

Así como un vehículo cuyo volante está trabado en un solo sentido requiere un fuerte giro en el sentido contrario para centrarse, o una balanza inclinada totalmente hacia un lado necesita un gran contrapeso para nivelarse, mi marcado énfasis en la teoría busca alterar el rumbo que se ha mantenido durante décadas en la práctica de la terapia física en nuestro país, práctica que ha estado basada casi enteramente en el criterio personal y frecuentemente desvinculada de la ciencia y la evidencia, una labor que aún tiene más similitudes con una artesanía que con una ciencia aplicada. Con este objetivo en mente, es claro que un leve empujón (un pequeño giro, un liviano contrapeso) no lograría absolutamente nada.

He exprimido mi cerebro intentando encontrar el sentido de lo que se hace en la terapia física, pero no lo he conseguido; cómo las cosas han permanecido inalteradas por décadas incluso ante la emergencia de toneladas de información nueva que nos urge a reconsiderar lo que hacemos, continúa siendo desconcertante para mí. Simultáneamente, buscar el fundamento que siento que hace falta a esta profesión me significa diariamente un gran y --generalmente-- solitario esfuerzo, y la verdad es que aún estoy muy lejos de donde quiero estar. Sin embargo, la alternativa, seguir la corriente, representa una posibilidad que, aunque muy seductora, cómoda y fácil, sería una gran traición para conmigo mismo (y para la gente a la que pretendo algún día servir). La teoría es la boya que me mantiene a flote al ir contracorriente.

¿Alguien por ahí comparte mis sentimientos sobre esto?

viernes, mayo 20, 2011

El comportamiento motor en actividades cotidianas

Recuerdo una ocasión en la que yo tenía el control del balón durante un partido de fútbol. En ese instante, súbitamente y sin que yo pudiera anticiparlo, un jugador adversario se me acercó por detrás con el objetivo de robarme el balón, pero no lo consiguió. En una fracción de segundo, un lapso claramente insuficiente para que yo pudiera pensar cómo reaccionar, mi cuerpo por propia cuenta supo exactamente qué maniobras efectuar con el balón para protegerlo, y tuvo éxito. Situaciones similares se han presentado en múltiples ocasiones, en las que las respuestas automáticas de mi cuerpo han sido más favorables que aquellas respuestas para las cuales me he tomado un segundo para considerarlas. Estoy seguro de que has tenido este tipo de experiencias también.

Hoy terminé de leer un libro que me ayudó a entender los mecanismos que explican lo que te cuento que me ha sucedido. El libro Motor Control in Everyday Actions(Timothy Lee, 2011), valiéndose de alrededor de 50 relatos breves plasmados en menos de 250 páginas, describe cómo la visión, la atención, la percepción, la cognición, la práctica y el aprendizaje influyen en el comportamiento motor que el ser humano manifiesta en diversas actividades cotidianas. ¿Cómo puede ser que el estar consciente de un movimiento produzca, en ocasiones, peores resultados que el permitir una ejecución automática? ¿Por qué hablar por el celular afecta el rendimiento motor mientras se conduce y causa accidentes? ¿De qué procesos mentales se valen los magos para maravillarnos con sus trucos manuales? ¿Por qué la precisión de los movimientos humanos disminuye a medida que la rapidez de ejecución aumenta? ¿Cómo influye la retroalimentación aumentada (augmented feedback) en el aprendizaje motor? ¿Qué tipo de práctica mejora las destrezas motrices en el caso particular de los novatos y en el de los expertos? ¿Por qué, en lo que se refiere al aprendizaje motor, errar en la práctica de un movimiento puede ser tan provechoso como acertar?

La lectura de cada uno de los relatos es muy breve y entretenida. Quienes estén interesados en el campo del comportamiento motor sin duda encontrarán en este libro una infinidad de peculiaridades sobre el movimiento humano, se enterarán de importantes investigaciones y personajes en el campo, se familiarizarán con los conceptos y la terminología, y se quedarán con muchísimas ganas de explorar a mayor profundidad cada uno de los temas tratados.

El libro está disponible para la descarga inmediata (en formato PDF de Adobe Digital Editions), en el sitio web de Human Kinetics, a un precio descontado; ahí también se pueden encontrar muchos extractos que dan una idea del contenido y formato del libro. La versión impresa se puede adquirir en Amazon.com. Recomiendo, con mucho ímpetu, la lectura de esta interesantísima obra.

domingo, mayo 15, 2011

Luis Antonio Valencia y la importancia de la Terapia Física

Luis Antonio "El Toño" Valencia es uno de los mejores jugadores ecuatorianos de fútbol de todos los tiempos. Su habilidad, fuerza, velocidad y garra le han permitido ganarse el reconocimiento de los aficionados y de la prensa de todo el mundo. En 2010, su brillante y prometedora partipación en el Manchester United fue interrumpida abruptamente por una lesión muy grave que lo alejó de las canchas por alrededor de seis meses. Tras su recuperación y su reciente reintegración progresiva al juego profesional, Valencia ha desempeñado un rol importante en la consecución del campeonato del Manchester United en la liga inglesa.

En la reciente entrevista que verás a continuación, Luis Antonio Valencia narra la historia de su lesión y el proceso que le condujo a su recuperación. Lo que quisiera destacar de este video es la explicación que el Toño Valencia efectúa sobre sus vivencias durante el proceso, una experiencia de angustia, dolor, esfuerzo y esperanza que es compartida por toda persona cuya vida cotidiana ha sido alterada significativamente por una lesión. El apoyo de su familia y de sus compañeros fueron vitales durante el proceso, cuenta Valencia, pero, cómo él mismo lo dice repetidamente, el trabajo de su equipo médico, pero particularmente de su fisioterapeuta (su "fisio"), fue transcendental.



Los ecuatorianos estamos orgullosos de Valencia y contentos por su retorno a las canchas, y le deseamos una larga y exitosa carrera en el fútbol internacional. En lo personal, este video ha conseguido ampliar grandemente mi noción de la importante influencia que los terapeutas físicos podemos tener en la vida de las personas; una posibilidad, y a la vez un privilegio, que acarrea muchísima responsabilidad profesional.

martes, mayo 10, 2011

El esqueleto flotante: un componente de la sanomecánica

Si los términos "esqueleto flotante" y "sanomecánica" te indujeron a leer esta entrada, entonces te pasó exactamente lo mismo que a mí cuando, hace unas pocas semanas, encontré el libro Biomechanics for Life: Introduction to Sanomechanics(Mark Pitkin, 2011) durante una de mis habituales búsquedas de nuevos recursos de biomecánica. Afortunadamente, en Internet hay suficiente información para saciar nuestra curiosidad al respecto. Aquí presento un cortísimo resumen para que tengas una idea de qué se trata todo esto.

En su libro, Mark Pitkin presenta el concepto del esqueleto flotante (floating skeleton) como uno de los pilares de su sanomecánica. Según Pitkin, su esfuerzo por elucidar cómo las articulaciones del cuerpo humano pueden soportar presiones descomunalmente grandes, que se deben a fuerzas grandes aplicadas sobre superficies articulares muy pequeñas y que por su magnitud uno podría esperar que las destruyeran, le llevó a postular la idea de que las articulaciones diartrodiales del cuerpo humano (como la cadera y la rodilla, entre otras), en realidad no son entidades anatómicas independientes, como se las concibe tradicionalmente, sino que se hallan vinculadas entre sí hidráulicamente.

Pitkin sostiene que esta conexión hidráulica se produce porque el líquido sinovial que existe dentro del espacio articular de una articulación (digamos, la cadera) no está aislado dentro de ese espacio, sino que tiene nexos con un volumen de fluido que, según el autor, habita en el espacio que hay entre la superficie del hueso y el periostio que lo recubre, posiblemente circulando dentro de canales (por ejemplo, habría fluido alrededor y a lo largo de todo el fémur). Este fluido, a su vez, está conectado con el líquido sinovial que reside en el espacio articular de una articulación contigua (como podría ser la rodilla). Así, las presiones que de otra forma estarían concentradas exclusivamente sobre una sola articulación diartrodial se distribuyen hidráulicamente por todo el conjunto (que incluye a la articulación considerada y a las articulaciones vecinas), y esto hace que las presiones sean tolerables. Acogiendo esta idea, uno podría imaginar que los huesos flotan sobre fluido; de ahí el nombre del concepto del esqueleto flotante que presenta Pitkin.

En Google Books encuentras el primer capítulo del libro, el cual presenta los argumentos anatómicos, biomecánicos y físicos de los que se vale el autor para sostener su idea del esqueleto flotante. El segundo capítulo, que se concentra en la sanomecánica propiamente dicha, se puede descargar en formato PDF del sitio web de la publicadora del libro, Springer. Te animo a leer esos dos fragmentos del libro para que te enteres de los detalles de estas proposiciones tan intrigantes.

domingo, mayo 08, 2011

Retomando el ritmo

Mis estimados lectores habrán notado que han transcurrido más de dos meses desde la última vez que escribí en este blog. Desde el inicio de este año (2011), pero particularmente en estas últimas diez semanas, nuevas ideas, oportunidades, proyectos y objetivos, desafortunadamente ninguno de ellos vinculados con la terapia física, se han robado toda mi atención.

Curiosamente, la valoración de las oportunidades profesionales que tengo como ingeniero nunca ha sido tan alta como en lo que va del año; valoración que hace cinco años, momento en el que me senté en un aula de terapia física por primera vez, había llegado al nivel más bajo. El hecho de que se me haya confiado una posición de cierta responsabilidad, y la constatación de que mis conocimientos, mis decisiones y mis acciones --y mi ignorancia, mis dudas y mis omisiones-- tienen repercusiones directas en la imagen de una institución y en la satisfacción de las expectativas de miles de personas, han conseguido elevar marcadamente mi sentido de seriedad profesional. Asimismo, el volverme a involucrar en mi primera profesión me ha hecho caer en la cuenta de la amplitud de conocimientos que se esperan de alguien que se desenvuelve en ese campo, pero a la vez de las múltiples y variadas posibilidades que existen para un profesional dispuesto a explorarlas.

Sin embargo, estoy ansioso por volver a comunicarme con mis lectores a través de este blog. La verdad es que nada puedo hacer para reprimir el interés que tengo por el cuerpo humano, particularmente por el sistema de movimiento humano. Como me ha pasado en ocasiones anteriores en las que he tenido que distraer mi atención de lo que me interesa, me atacan las ganas de abandonar todo lo que se interpone y dedicarme las 24 horas del día a estudiar, observar y comprender el movimiento humano.

Intentaré retomar paulatinamente el ritmo que tenía en el año anterior en este blog. Ojalá las cosas que publique en este espacio les resulten interesantes a mis lectores y podamos conversar, discutir, compartir y aprender.