viernes, octubre 31, 2008

El caluroso ultrasonido

Varias han sido las ocasiones en las que he escuchado que el ultrasonido solo le produce al paciente una sensación de calor si está mal aplicado. Hace pocos días lo escuché por última vez en el centro de práctica, durante una exposición sobre el ultrasonido.

Sabemos que el ultrasonido tiene efectos térmicos y efectos no-térmicos. En la práctica cotidiana, muchos terapeutas físicos buscan los efectos térmicos del ultrasonido, pero al mismo tiempo sostienen que el ultrasonido no debe producir una sensación de calor.

Veamos qué nos dice Michelle H. Cameron sobre la intensidad del ultrasonido en las aplicaciones con fines térmicos, en su libro Physical Agents in Rehabilitation: From Research to Practice(3ra. ed., 2008).

En la página 180:
El número de variables desconocidas, incluyendo el grosor de cada capa de tejido, la cantidad de circulación [sanguínea], la distancia a interfaces tejido blando-hueso reflectoras y la variabilidad entre diferentes aparatos, hace que sea difícil predecir con exactitud el incremento de temperatura que será producido clínicamente cuando el ultrasonido es aplicado a un paciente. Por tanto, los parámetros iniciales de tratamiento son especificados según las predicciones teóricas y de investigación; sin embargo, el reporte que efectúe el paciente sobre el calor es usado para determinar la intensidad final del ultrasonido.

Si la intensidad del ultrasonido es muy alta, el paciente se quejará de un dolor profundo debido al sobrecalentamiento del periostio. Si esto ocurre, la intensidad del ultrasonido debe ser reducida para evitar quemar el tejido. Si la intensidad del ultrasonido es muy baja, el paciente no sentirá ningún incremento en la temperatura. [...] Debido a que el reporte que realice el paciente es usado para determinar la máxima intensidad del ultrasonido que sea segura, se recomienda que el ultrasonido de nivel térmico no sea aplicado a pacientes que sean incapaces de sentir o de reportar la incomodidad causada por el sobrecalentamiento.
En la página 192, Cameron explica la técnica de aplicación del ultrasonido, mencionando la intensidad que debe usarse durante el tratamiento:
La intensidad es seleccionada según el objetivo del tratamiento. Cuando el objetivo es incrementar la temperatura del tejido, el paciente debería sentir algo de calor dentro de los 2 o 3 minutos de iniciada la aplicación del ultrasonido y no debería sentir incomodidad en ningún momento durante el tratamiento. Cuando se emplea ultrasonido con frecuencia de 1MHz, una intensidad de 1.5 a 2.0W/cm2 generalmente producirá este efecto. Cuando se usa frecuencia de 3MHz, una intensidad de alrededor de 0.5W/cm2 es suficiente generalmente. [...] La intensidad es ajustada hacia arriba o hacia abajo de acuerdo con el reporte que realice el paciente. La intensidad es incrementada si no hay sensación de calor durante los primeros 2 o 3 minutos y disminuida inmediatamente si hay cualquier queja por incomodidad.
Cameron da más detalles importantes que no reproduciré aquí.

¿Qué sabes tú sobre esto? Como siempre te digo, no creas de buenas a primeras lo que yo digo y ve y confirma la información en otras fuentes.

Por el momento, yo me pregunto: si en la práctica cotidiana el paciente no siente calor, ¿será porque no se utiliza el ultrasonido con una intensidad que sea suficiente, como vemos hoy? ¿será porque el ultrasonido se aplica en zonas demasiado extensas? ¿Será porque el ultrasonido no es el agente físico ideal para calentar el músculo? ¿Será porque se lo aplica después de emplear hielo u otras formas de crioterapia?

martes, octubre 28, 2008

Descripción de la Terapia Física

En una de las entradas inaugurales de este blog, titulada ¿Qué es la Terapia Física?, te di una descripción de la profesión de la Terapia Física que formulé personalmente. Unos días más tarde te mostré un video publicado por la Asociación [Norte]Americana de Terapia Física (American Physical Therapy Association, APTA) que contiene testimonios de terapeutas físicos que trabajan en diferentes entornos y que describen su trabajo cotidiano.

Hoy te quiero dar un par de enlaces con descripciones más autoritarias de la profesión de la Terapia Física. El primer enlace te lleva a una página en el sitio web de la APTA que se titula "The Physical Therapist". El segundo enlace corresponde a un documento publicado por la Confederación Mundial para la Terapia Física (World Confederation for Physical Therapy, WCPT) titulado "Position Statement - Description of Physical Therapy", que proporciona una descripción muy completa de la profesión (el documento tiene 7 páginas y su formato es PDF de Adobe Reader).

Espero que esto te sirva si estás contemplando la Terapia Física como una opción profesional.

domingo, octubre 26, 2008

El músculo esquelético como un motor

El siguiente texto es un fragmento tomado del libro Neurophysiological Basis of Movement(2da. edición, 2008), escrito por Mark L. Latash. Lo cito aquí porque me parece muy interesante (página 30):
El músculo esquelético es un motor que convierte energía química en energía mecánica y calor. Probablemente sea el motor más asombroso que los humanos conozcan. Su habilidad para generar potencia rápidamente es superior a aquel de cualquier motor hecho por el hombre que tenga aproximadamente el mismo tamaño. Tiene numerosas características que podrían parecer extrañas a un observador externo; algunas de ellas podrían parecer subóptimas o incluso bizarras. Hay dos formas de apreciar estas características únicas. La primera es hacerse esta pregunta: ¿Cómo se enfrenta el sistema nervioso central a todas estas extrañezas del diseño del músculo [...] que parecen terribles cuando son vistas a través de los ojos de un ingeniero del siglo XX? La alternativa es preguntarse: ¿Cómo usa el sistema nervioso estas características inusuales del músculo esquelético para crear las propiedades únicas de los movimientos humanos que los hacen muy superiores a aquellos de cualquier robot? Estas propiedades incluyen la flexibilidad, el aprendizaje rápido y la habilidad de manejar objetos frágiles. Yo sugiero que usted se olvide del enfoque de la ingeniería y que mire al músculo esquelético con optimismo --como un diseño único desarrollado por la evolución y no como un error de la naturaleza. Aparte de poseer muchas características únicas, el músculo es el único motor comestible y es delicioso cuando es cocinado apropiadamente.
Anteriormente he hablado sobre el comportamiento motor humano, y he dicho que considero que este campo y la biomecánica deberían ser estudiados extensivamente por todos los terapeutas físicos. Apenas he empezado a leer el libro de Latash y me he quedado loco con lo que dice. Consíguete el libro.

jueves, octubre 23, 2008

La lesión secundaria

Hace poco te hablaba de algo que leí sobre el cuidado inmediato de las lesiones ortopédicas agudas. En esa lectura se habla de la lesión secundaria, un concepto que yo había encontrado con anterioridad en otro libro y que reapareció en esa lectura.

Lo que sigue, como muchas otras cosas que he mencionado en este blog, también proviene del fabuloso capítulo titulado Physiological Basis of Physical Agents, escrito por Mark A. Merrick e incluido en el libro Scientific foundations and principles of practice in musculoskeletal rehabilitation,editado por David Magee, James Zachazweski y William Quillen en el año 2007. Proporcionaré un resumen únicamente; la discusión de este tema en el libro es mucho más extensa e interesante.

En su capítulo, Merrick explica que la lesión primaria es aquella que involucra un daño tisular macroscópico o microscópico de estructuras como ligamentos, músculos, tendones, tejido nervioso, vasos sanguíneos y huesos. La lesión primaria es el trauma inicial en sí mismo, el cual ha ocurrido antes de que cualquier tratamiento o intervención pueda ser efectuada, y no puede ser revertido.

La respuesta fisiológica a la lesión primaria, nos dice Merrick, puede desencadenar daños en tejidos que no fueron lesionados originalmente. Este daño inducido por la lesión primaria recibe el nombre de lesión secundaria, la cual, según las teorías actuales, se debe a mecanismos inmunológicos e isquémicos.

Según Merrick, una respuesta inmunológica mediada por la actividad de ciertos tipos de leucocitos, principalmente los neutrófilos, es activada incluso si la lesión no involucra heridas abiertas o infecciones. En este tipo de lesiones, la actividad de los neutrófilos es probablemente mayor que la que es fisiológicamente necesaria, y puede causar daños secundarios a tejidos que no fueron lesionados inicialmente. De igual forma, células que no habían sido lesionadas pueden sufrir daños por mecanismos isquémicos, debidos a la combinación de hipoxia, un suministro inadecuado de combustible y una remoción inadecuada de los desechos.

Merrick concluye diciendo que actualmente se considera que el tiempo requerido para la reparación tisular es parcialmente dependiente de la cantidad total de tejido dañado y destruido, por lo que una menor cantidad de tejido lesionado implicaría una reparación más rápida. Esto quiere decir que si las intervenciones diseñadas para limitar la extensión de la lesión secundaria son efectuadas con prontitud, hay una mejor oportunidad para obtener un resultado terapéutico positivo.

El control de la lesión secundaria, a diferencia del control de la lesión primaria, está en manos del terapeuta físico (o del athletic trainer). Merrick, al igual que Knight y Draper (como señala la lectura a la que me referí al inicio), consideran que la crioterapia es una herramienta valiosa para conseguir este propósito. Más detalles sobre el empleo de la crioterapia en estos escenarios puede encontrarse en la lectura del libro de Knight y Draper.

martes, octubre 21, 2008

"Ejercicios metabólicos"

En el centro de práctica, a una compañera y a mí nos mandaron a consultar qué son los "ejercicios metabólicos", porque no teníamos idea de qué eran. Según pude ver durante la práctica, estos "ejercicios metabólicos" tienen que ver con ejercicios de dorsiflexión y plantiflexión de tobillo. Yo nunca había escuchado ni leído sobre ellos, así que acudí a Google para ver si me podía dar algunas pistas.

¡Oh, sorpresa! La búsqueda en Google de "ejercicios metabólicos" (en plural y entre comillas) devuelve dos resultados que no parecen estar relacionados con lo que me interesa conocer. Otra búsqueda de "ejercicio metabólico" (en singular y entre comillas) produce siete resultados, de igual forma desligados del concepto que me interesa (la mayoría de ellos tienen que ver con las pruebas de ejercicio metabólico, que entiendo que son pruebas de rendimiento aeróbico). Google Books reporta que no conoce libros sobre "ejercicios metabólicos" y muestra apenas dos resultados para "ejercicio metabólico", irrelevantes también.

Google realiza búsquedas en miles de millones de páginas (la última cifra que vi hace meses era 9 mil millones), y Google Books lo hace en una buena cantidad de libros (no tengo idea cuántos). Si Google no "sabe" algo al respecto de los "ejercicios metabólicos", supongo que puede ser por uno de estos motivos: o son una invención novísima sobre la que nadie ha escrito en Internet (ni siquiera una mención brevísima), o se los conoce generalmente con otro nombre, o simplemente no existen.

¿Sabes algo sobre los "ejercicios metabólicos"? ¿Sabes si tienen otra denominación más común y popular que produzca más resultados en Google o en Google Books?

Con este antecedente, el siguiente paso será buscar en libros impresos, para ver si encuentro algo. ¿Conoces algún libro donde se pueda encontrar información sobre ellos?

domingo, octubre 19, 2008

Cómo abrir archivos de Microsoft Office 2007 en computadoras con otras versiones

La universidad decidió actualizar todas sus computadoras para que los estudiantes, docentes y trabajadores empleemos la última versión de Microsoft Office, la versión 2007. Aparte de que la interfaz gráfica de la nueva versión es sustancialmente diferente a las interfaces de las versiones anteriores (lo que por sí solo ya es un inconveniente para la mayoría de personas, incluyéndome), el nuevo Office guarda los archivos por defecto (es decir, si no se le pide explícitamente otra cosa) en formatos que no se pueden ver en computadoras con versiones anteriores de Office (2000, 2003, XP).

Han sido varias las ocasiones en las que he estado a punto de arrancarme los pelos porque me han pasado archivos con los nuevos formatos y no he podido verlos en computadoras que no sean de la universidad. Los nuevos formatos tienen las extensiones parecidas a las extensiones de las versiones anteriores, pero terminando con una x. Así, para Word la extensión es .docx, para Excel, .xlsx y para PowerPoint, .pptx.

Te quería contar que hace poco encontré un programa en el sitio web de Microsoft, llamado Paquete de Compatibilidad de Microsoft Office, que sirve para que las versiones anteriores de Office puedan abrir, editar y guardar los nuevos formatos. El archivo de instalación pesa alrededor de 28MB.

Si tu Office está en español:

Paquete de compatibilidad de Microsoft Office para formatos de archivos de Word, Excel y PowerPoint 2007

Si está en inglés:

Microsoft Office Compatibility Pack for Word, Excel, and PowerPoint 2007 File Formats

Sigue las instrucciones proporcionadas por la página del idioma que te interesa para que hagas que el Office que usas pueda trabajar con los formatos nuevos.

miércoles, octubre 15, 2008

La abominable teoría

Hace apenas unas semanas, una de nuestras profesoras asistió a una conferencia donde Margareta Nordin, una autoridad mundial en el campo de la Biomecánica, realizó una exposición. Por si no lo saben, Margareta Nordin es autora del libro Biomecánica Básica del Sistema Musculoesquelético y ex presidenta de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Columna Lumbar (The International Society for the Study of the Lumbar Spine, ISSLS). Tengo un par de cosas que decir al respecto de lo que cuenta la profesora sobre la conferencia.

Primero, ¡qué envidia! Es una experiencia de esas que probablemente no se repitan en la vida.

Segundo, ¡qué ganas de colgarles a los asistentes!

La profesora cuenta que la exposición de Margareta Nordin fue teórica, pero avasalladoramente interesante; la profesora relata haberse encontrado absorta mientras la experta hablaba.

Por otro lado, reporta que un par de terapeutas sentadas a su lado no podían dejar de bostezar por el aburrimiento, y que durante la exposición y después de que ella culminara, decían haber perdido su tiempo porque la experta únicamente hablaba de teoría. La profesora cuenta que la mayoría de personas, al salir, tenían la misma opinión, que habían perdido su tiempo.

A ver. Si una experta de la estatura de Margareta Nordin se presentara frente a mí, lo que yo haría sería cerrar el pico y escuchar con detenimiento hasta el último respiro que la experta exhalara. Pero claro, soy uno de los pocos ñoños que harían eso.

Por otro lado, me imagino que si la exposición hubiera sido práctica y hubiera presentado 100 variaciones de los ejercicios de Williams, los asistentes hubieran estado embelesados; no hubieran parpadeado ni así todas sus pestañas se incrustaran en sus ojos y las lágrimas nublaran su vista hasta el punto de hacerles ver solo manchas.

Me rajo la cabeza pensando por qué la teoría es tan despreciable para muchos (¿la mayoría?), mientras la práctica --sin sustento-- es lo mejor que puede existir. Simplemente no lo entiendo.

martes, octubre 14, 2008

Los libros y el "de boca en boca"

En relación con lo que dije acerca de la vasoconstricción y vasodilatación en la crioterapia, hace un par de días un compañero me preguntaba cómo puedo "desmentir un montón de cosas" si, según su parecer, casi siempre me baso en los mismos dos libros, y que lo que dicen esos libros "no necesariamente es la verdad absoluta". Ya le respondí personalmente a mi compañero, pero pienso que se trata de algo que otros lectores pueden estar pensando y por tanto hoy quiero reproducir mi respuesta aquí, ampliada en una buena medida.

En primer lugar, una aclaración: en la entrada a la que hacemos referencia no dije "desmentir", dije "desmitificar". Entre las más de 80 entradas que he publicado hasta este momento, es difícil determinar si utilicé la palabra "desmentir" alguna vez; no estoy totalmente seguro, pero me parece que no la he usado. Voy a revisarlo.

Por otro lado, es cierto que si uno o dos libros dicen algo no quiere decir necesariamente que eso sea verdad. Pero, en mi opinión, sin duda es mucho más probable que sea verdad si está en un libro confiable y actualizado (claro está, teniendo en mente lo que la ciencia conoce en un momento dado y que puede ser diferente un tiempo después), que si es algo que se transmite de boca en boca. Compañeritos, ¿recuerdan el ejercicio del "teléfono dañado" que hicimos el primer semestre?

En este asunto particular de la vasoconstricción y vasodilatación con la crioterapia, como mencioné en la entrada, son al menos tres (no uno ni dos) recursos actualizados y confiables los que proporcionan información sobre el tema.

¿Por qué creo lo que los libros dicen? ¿Por qué sostengo que "desmitifican" lo que conocemos? Porque los que hablan son autores reconocidos y respectados en su área; se trata de profesionales, docentes e investigadores con décadas de experiencia. Las exposiciones que dan sobre los temas son rigurosas, ordenadas, lógicas y sustentadas en el conocimiento actual de la anatomía y la fisiología. Por lo general, no se trata de las "opiniones" de los autores; se trata de las conclusiones que obtienen después de revisar exhaustivamente la literatura científica disponible (esto es, el trabajo de decenas o cientos de investigadores de muchas nacionalidades diferentes) y de analizar los resultados de sus propios estudios, cuando los han efectuado. Por lo general, la información presentada en un libro ha sido revisada por otros profesionales y expertos. No son "datos sueltos" como los que nos llegan en clases y en las prácticas. Aunque suene "excluyente" o "discriminativo", la verdad es que existe una "jerarquía" en la calidad y confiabilidad de la información. Ya dije algo sobre esto en la entrada Los libros y la Internet.

Lo que a mí me sorprende (y me asusta, en muchísimas instancias) de nuestra profesión es que el "conocimiento" corre de boca en boca, y que la mayor parte de la gente lo acoge como si fuera la "verdad absoluta", sin preguntarse el porqué o el cómo. En mi opinión, eso tiene que cambiar, si queremos ser profesionales empeñados en dar el mejor servicio posible a nuestros pacientes.

El lector habrá notado que siempre le solicito su opinión y conocimiento sobre algo que yo menciono. En varias ocasiones, he recibido comentarios de compañeros y de nuestros profesores. Hoy, en especial, al lector le recomiendo que no se crea a ciegas lo que yo le diga, le pido que lea o investigue más al respecto y que luego lo comparta. Cuando lo haga, mi sugerencia es que consulte recursos actualizados y confiables; en mi opinión, en el campo de la ciencia los libros que tienen 10 o 20 años de antigüedad ya no son fuentes actualizadas. Una página X de Internet no es un recurso confiable necesariamente; aquí también se aplica la "jerarquía" de calidad y confiabilidad, como expliqué en la entrada del blog a la que hice referencia hace un momento. Y, como ya he dicho también, los libros no son lo máximo que existe; si puede obtener información de recursos más avanzados, en hora buena.

Si tienes que escoger entre una exposición rigurosa, ordenada, lógica y sustentada, y algo que te llega sin saber dónde se originó y cuántas modificaciones pudo atravesar en el camino, ¿tú qué acoges?

sábado, octubre 11, 2008

El cuidado inmediato de las lesiones ortopédicas agudas

Hace poco te conté que en Internet puedes encontrar capítulos de ejemplo de muchos libros.

Un capítulo que me bajé y que me parece espectacular es el titulado, "Immediate Care of Acute Orthopedic Injuries", del libro Therapeutic Modalities: The Art and Science (2007),escrito por Ken Knight y David Draper. Este libro está diseñado para los athletic trainers, que son profesionales que se especializan en el cuidado de las lesiones deportivas (he dicho algo sobre ellos aquí y allá).

En este capítulo (enlace directo a un archivo PDF de Adobe Reader), encontré muchísima información interesante, entre ella:
  • La clasificación de agudo, subagudo y crónico que nosotros empleamos para etiquetar el estado de una lesión y para especificar los procedimientos que se seguirán para su cuidado, es un poco simplona. Según expone el capítulo, el estado agudo puede subdividirse en más etapas que requieren diferentes tipos de cuidado: emergencia, inmediato y transicional.
  • En relación al ciudado que se le da a una lesión aguda, en la literatura en inglés he encontrado los procedimientos ICE, RICE y PRICE. El capítulo propone un cuarto procedimiento, RICES, que consiste en reposo (Rest), hielo (Ice), compresión (Compression), elevación (Elevation) y estabilización (Stabilization).
  • El propósito primordial al emplear hielo en el cuidado inmediato de una lesión no es prevenir la hinchazón, sino limitar la extensión de la lesión secundaria y de la inhibición neural. En el futuro hablaré más sobre esto de la lesión secundaria, que es otro concepto que he encontrado recientemente en unos cuantos libros y que me parece interesante.
  • El hielo es el mejor agente que se puede emplear en el ciudado inmediato de una lesión (con ciertas consideraciones que el capítulo menciona), mucho mejor que cualquier otro tipo de agente de crioterapia. El capítulo menciona que la aplicación de hielo puede extenderse hasta los 30 minutos, sin problemas (esto está relacionado en parte con lo que dije ayer).
  • Los autores no recomiendan la electroterapia en el cuidado inmediato de las lesiones. Es la primera vez que leo sobre este uso de la electroterapia, aunque hace poco alguien me dijo que la realizaba.
Interesante, ¿no?

Encuentras otros dos capítulos del libro en esta página (haz click en "Sample Materials"). He leído uno de ellos y me parece excelente también. Te recomiendo que te consigas este libro,si tienes interés en el cuidado de las lesiones deportivas.

viernes, octubre 10, 2008

Crioterapia: vasoconstricción y vasodilatación

Hace algún tiempo te conté que al parecer los baños de contraste no producen el efecto de "bombeo circulatorio" que mucha gente cree que generan. Hoy tengo otro pedazo de información que desmitifica otra creencia que tenemos los estudiantes y profesionales.

Recurro nuevamente a los recursos que he empleado anteriormente (Cameron, 2008; Merrick, 2007) y consulto otro que no he mencionado previamente (Knight y Draper, 2008) para concluir que es incorrecta la creencia que corre de boca en boca de que "la crioterapia no debe ser aplicada por más de 15 a 20 minutos porque produce vasodilatación".

Merrick (página 245) da una explicación clara y convincente que no intentaré resumir aquí (el énfasis en negrita lo puse yo, al igual que el texto entre []):
A pesar de que la disminución hipotérmica de la perfusión es una certeza fisiológica bien documentada, todavía existe cierta confusión en torno a un fenómeno conocido como vasodilatación inducida por el frío (VDIF) [cold-induced vasodilation (CIVD)]. Cuando un vaso sanguíneo no-capilar [se realiza esta distinción porque los capilares no tienen pared muscular] es enfriado, la actividad del sistema nervioso simpatético causa que su pared de músculo liso se contraiga, lo que resulta en vasoconstricción que conduce a un decremento en el flujo sanguíneo. Si se le permite que permanezca hipotérmico, el estado de constricción del vaso se relaja levemente después de varios minutos debido a un decremento cíclico en la liberación de norepinefrina. Esto resulta en una ligera dilatación del vaso en relación con su estado de constricción, pero esta dilatación no devuelve el vaso a su diámetro normal de reposo y el flujo sanguíneo continúa siendo considerablemente inferior que el normal. Esta vasodilatación leve es cíclica, esto es, el vaso alternará entre un estado de constricción severa y un estado de constricción parcial mientras permanezca hipotérmico. Este fenómeno cíclico, a veces conocido como la respuesta oscilante [hunting response], frecuentemente es incorrectamente entendido como si se tratara de hiperperfusión inducida por el frío, en la cual la vasodilatación es un fenómeno activo que produce un diámetro vascular y un flujo sanguíneo mayores que los que son constatados durante el reposo. Esta concepción incorrecta es a veces utilizada como una razón para limitar los tratamientos con crioterapia a duraciones más cortas que 20 o 30 minutos, supuestamente para que el flujo sanguíneo no se incremente y no se magnifiquen los problemas inflamatorios.
Merrick sostiene que esta creencia está basada en una interpretación incorrecta de un estudio realizado por Lewis en 1930, y da una explicación al respecto que no reproduciré aquí. Knight y Draper ofrecen la discusión más completa que yo haya visto sobre este asunto, incluyendo una explicación de los experimentos realizados por Lewis. Lamentablemente, solo una parte del texto está disponible en Google Books y no puedo obtener todos los detalles.

"¡Pero si yo he visto que el área tratada con crioterapia se pone roja! ¡Eso es una señal certera de que se ha producido vasodilatación!", dirán algunos. Cameron dice lo siguiente (página 136) sobre esto (el énfasis en negrita lo puse yo):
A pesar de que el enrojecimiento de la piel que se produce por la aplicación de frío podría parecer una señal de VDIF, en realidad se piensa que es primordialmente el producto de un incremento en la concentración de oxihemoglobina en la sangre como resultado de un decremento en la disasociación de oxígeno-hemoglobina que ocurre con las temperaturas más bajas. Debido a que el enfriamiento reduce la disasociación oxígeno-hemoglobina, haciendo que menos oxígeno esté disponible para los tejidos, la VDIF no es considerada una forma efectiva de incrementar la entrega de oxígeno a un área.
Eso es. ¿Conoces tú algo sobre esto, algo que hayas leído en recursos confiables y actualizados?


Bibliografía

Cameron, M. (2008). Physical agents in rehabilitation: From research to practice(3ra. ed.). St. Louis: Saunders - Elsevier.

Knight, K., & Draper, D. (2008). Therapeutic modalities: The art and science. Philadelphia: Lippincott Williams and Wilkins.

Merrick. M. (2007). Physiological basis of physical agents. En Magee, D., Zachazweski, J., & Quillen, W. Scientific foundations and principles of practice in musculoskeletal rehabilitation(p. 238-254). St. Louis: Saunders - Elsevier.

lunes, octubre 06, 2008

Videos gratuitos de ejercicios terapéuticos

Hace unos días te explicaba algunos métodos para obtener información útil gratuitamente de la Internet.

Justamente mientras preparaba esa entrada, me enteré de que F.A. Davis, la publicadora del libro Therapeutic Exercise: Foundations and Techniques(5ta edición, 2007), un libro clásico de nuestra profesión escrito por Kisner y Colby, ha publicado más de 60 videos de ejercicios terapéuticos y técnicas en su Video Library.

En esta librería de videos, encontrarás ejercicios de movilidad pasiva, estiramientos (incluyendo estiramientos mediante FNP, que es algo que discutí en este blog), movilizaciones articulares, ejercicios de resistencia (incluyendo las diagonales de FNP), e intervenciones para la columna vertebral. Aunque lo ideal es que tengas el libro también para que puedas leer la descripción de cada procedimiento, los videos por sí solos son muy valiosos.

Aparte de eso, en el sitio web de recursos del libro también encontrarás un capítulo de ejemplo (enlace directo a un archivo PDF de Adobe Reader) de más de 80 páginas que constituye una introducción al ejercicio de resistencia.

domingo, octubre 05, 2008

¿Yo, un intelectual?

Hace un par de semestres, mientras unos compañeritos y yo estudiábamos en un rincón de la biblioteca de la U para una prueba, una compañerita hizo un comentario inesperado que me dejó pensando. No recuerdo bien el contexto, pero lo que me llamó la atención fue que ella dijera que pensaba que yo era un intelectual. ¿Intelectual? ¿Yo?

Hace unos días mientras almorzábamos, meses después de la primera mención, sin tampoco esperarlo, otra compañerita me preguntó, "¿Siempre fuiste un intelectual? ¿Siempre leíste libros?"

A ver, ¿yo, un intelectual? Aunque no lo tomo como una ofensa, me sorprende. Ahora caigo en la cuenta de que si dos compañeritas lo piensan, seguramente otras personas lo hacen también.

Cuando yo pienso en la palabra intelectual me viene a la mente la imagen de alguien en sus cuarentas o cincuentas, desaliñado, vistiendo una boina y llevando ya sea barba o chiva, refundido en un bar fumando una pipa, y filosofando y discutiendo con sus pares sobre imposibles.

Como le explicaba a mi compañerita en el almuerzo, si leo es porque me interesa saber el porqué de las cosas. Leo porque me quedo muchas veces insatisfecho con lo que se discute en clases o con lo que veo en las prácticas. Leo porque quiero enterarme de lo que los expertos saben y hacen. Leo porque quiero poder confiar en que lo que hago tiene sustento y sentido. Leo porque quiero transformar el conocimiento en beneficio para mis pacientes/clientes. En definitiva, leo porque quiero estar seguro de que estaré haciendo lo mejor que pueda cuando un paciente ponga su recuperación y sus esperanzas en mis manos.

¿Porque leo soy un intelectual? ¿O leo simplemente porque esa es mi forma de prepararme para ser un profesional responsable?

Ultrasonido para calentar el tejido muscular

Ya te he hablado de la aplicación del ultrasonido en las fracturas, en regiones extensas y en combinación con el hielo.

Hoy te hablaré sobre lo que uno de mis recursos más consultados, el libro de Michelle H. Cameron titulado Physical Agents in Rehabilitation: From Research to Practice(3ra edición, 2008), dice sobre otra aplicación cotidiana del ultrasonido.

Ya sabemos que el ultrasonido tiene efectos térmicos y efectos no térmicos. Prácticamente todos los días veo a gente (profesionales y estudiantes) aplicando ultrasonido para "calentar el músculo", supuestamente tomando ventaja de esos efectos térmicos del ultrasonido.

En la página 179 de su libro, Cameron dice lo siguiente (el énfasis en cursiva y negrita lo puse yo, al igual que el texto en []):
El ultrasonido también calienta tejidos con altos coeficientes de absorción del ultrasonido más que aquellos con coeficientes de absorción bajos. Los tejidos que tienen coeficientes de absorción altos son generalmente aquellos con un alto contenido de colágeno, mientras que los tejidos con coeficientes de absorción bajos generalmente tienen un alto contenido de agua. Por lo tanto, el ultrasonido es particularmente apropiado para calentar tendones, ligamentos, cápsulas articulares y fascia sin sobrecalentar el tejido adiposo suprayacente. El ultrasonido generalmente no es el agente físico ideal para calentar el tejido muscular debido a que el músculo tiene un coeficiente de absorción relativamente bajo; además, la mayoría de músculos son mucho más grandes que los transductores [cabezales] disponibles [de esto hablé ya anteriormente]. Sin embargo, el ultrasonido puede ser muy efectivo para calentar áreas pequeñas de tejido cicatrizal en un músculo que probablemente absorberán más ultrasonido debido a su mayor contenido de colágeno.
Es decir que, en pocas palabras, el ultrasonido tampoco está siendo empleado correctamente en la práctica cotidiana cuando se pretende "calentar el músculo", según lo que dice Cameron.