Hace apenas unas semanas, una de nuestras profesoras asistió a una conferencia donde Margareta Nordin, una autoridad mundial en el campo de la Biomecánica, realizó una exposición. Por si no lo saben, Margareta Nordin es autora del libro Biomecánica Básica del Sistema Musculoesquelético y ex presidenta de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Columna Lumbar (The International Society for the Study of the Lumbar Spine, ISSLS). Tengo un par de cosas que decir al respecto de lo que cuenta la profesora sobre la conferencia.
Primero, ¡qué envidia! Es una experiencia de esas que probablemente no se repitan en la vida.
Segundo, ¡qué ganas de colgarles a los asistentes!
La profesora cuenta que la exposición de Margareta Nordin fue teórica, pero avasalladoramente interesante; la profesora relata haberse encontrado absorta mientras la experta hablaba.
Por otro lado, reporta que un par de terapeutas sentadas a su lado no podían dejar de bostezar por el aburrimiento, y que durante la exposición y después de que ella culminara, decían haber perdido su tiempo porque la experta únicamente hablaba de teoría. La profesora cuenta que la mayoría de personas, al salir, tenían la misma opinión, que habían perdido su tiempo.
A ver. Si una experta de la estatura de Margareta Nordin se presentara frente a mí, lo que yo haría sería cerrar el pico y escuchar con detenimiento hasta el último respiro que la experta exhalara. Pero claro, soy uno de los pocos ñoños que harían eso.
Por otro lado, me imagino que si la exposición hubiera sido práctica y hubiera presentado 100 variaciones de los ejercicios de Williams, los asistentes hubieran estado embelesados; no hubieran parpadeado ni así todas sus pestañas se incrustaran en sus ojos y las lágrimas nublaran su vista hasta el punto de hacerles ver solo manchas.
Me rajo la cabeza pensando por qué la teoría es tan despreciable para muchos (¿la mayoría?), mientras la práctica --sin sustento-- es lo mejor que puede existir. Simplemente no lo entiendo.
Esa es la diferencia entre el desarrollo y el subdesarrollo, acá primero se hace y luego se piensa, en los países desarrollados primero se piensa y luego se hace. Es cultural,cambiar eso lleva tiempo, ojalá no lleve mucho para el beneficio de todos.
ResponderEliminarRecuerdo que muchos de los profesores de mi maestría eran norteamericanos y todos ponían énfasis en la lectura de libros e investigaciones recientes, esa era la base de la práctica clínica, en base a eso se crean las técnicas y métodos de curación, no de la nada. Las personas son facilistas, creen que al tener un conjunto de ejercicios lo saben todo y en realidad es solo una ficha del rompecabezas.
El conocimiento no es para todos, no te preocupes y siéntete afortunado de tener oidos para oír y vista para ver.
Paola.
Paola,
ResponderEliminarNo lo había visto de esa forma. Gracias por tu comentario.