sábado, octubre 10, 2009

Pero si soy un mero estudiante sin experiencia (Reflexiones en Octavo - Parte III)

Últimamente algunas personas me han hecho saber que opinan que mis críticas a la profesión no son constructivas y que son infundadas, y que yo, como un estudiante con nula experiencia tratando pacientes, no puedo tener razón alguna para sostener lo que expongo acerca de la práctica de la terapia física en mi país. De igual forma, como he dicho anteriormente, algunos profesionales se preguntan cómo un estudiante como yo, que no tiene experiencia (lo cual no tengo problema en reconocer), puede atreverse a cuestionar o contradecir lo que conocen o hacen los profesionales que tienen 10, 20 o 30 años de ejercicio en el oficio de la terapia física.

Al mismo tiempo, un número mucho mayor de personas (principalmente profesionales con experiencia, pero también profesionales recién graduados y estudiantes), a quienes conozco personalmente y otros a quienes no he tenido la oportunidad de conocer, compatriotas y de otras nacionalidades, haciéndolo a través de este blog y en conversaciones personales, aplauden mis cuestionamientos, me animan a combatir el conformismo y la ingenuidad, reconocen que tengo la razón en muchas cosas, y me expresan que lo que digo, por lo menos, les "deja pensando" acerca de lo que sucede en esta profesión.

¿Por qué creo que mis criterios, a pesar de que yo sea apenas un simple estudiante, deben tener al menos algo de valor? Porque:
  1. Tengo formación universitaria previa en otra profesión (fuera del ámbito del cuidado de la salud) y algunos años de ejercicio de ese oficio. La actual, por tanto, no es mi primera vivencia en los entornos educativo y profesional.
  2. Tengo la influencia de mi padre, un médico de reconocida trayectoria profesional y académica, quien me ha hecho ver que el cuidado de la salud de las personas es un asunto serio y complejo.
  3. Durante casi 4 años he vivido el día a día en las aulas y en los lugares de práctica. He visto con mis propios ojos lo que se hace y lo que no se hace.
  4. He conversado en incontables ocasiones con líderes, docentes, profesionales y estudiantes de la terapia física, pero también de la medicina y de ramas afines.
  5. Me empeño en enterarme, mediante la lectura de libros y de recursos disponibles en Internet, de lo que otros hacen en otros países, y por qué.
Mis opiniones, en consecuencia, no emergen de la nada. Mis preocupaciones como alguien que se está formando, por tanto, no se deben exclusivamente a la ignorancia o al desconocimiento. Las cosas que digo no son inventos "malintencionados" y "atrevidos" que "únicamente están guiados por la envidia".

Por otro lado, en lo que tiene que ver con el conocimiento, técnicas y métodos en la terapia física, en la entrada a la que me refiero al inicio de ésta ya expliqué que yo no propongo nuevas teorías, ya que es obvio que no tengo la experiencia requerida para hacerlo. Dada mi condición de estudiante, yo me limito a mencionar lo que profesionales reconocidos internacionalmente dicen, con la idea de tener una visión más amplia e informada de las cosas. En diversas ocasiones he notado las diferencias y discrepancias que existen entre el conocimiento y procedimientos que utilizamos acá, y los que provienen de Europa y de Estados Unidos de Norteamérica, y he manifestado en este blog que nos conviene tener una idea de todas ellas. Y no es cierto que en este blog yo no hago más que criticar: quien sostenga eso no ha visto las más de 220 entradas que he dedicado en este espacio a compartir información que me parece interesante y útil.

Uno no necesita ser un jugador profesional de fútbol, y haber jugado en campeonatos nacionales o internacionales, para entender la calidad de los jugadores profesionales. La diferencia que existe entre un Pepito Sánchez, si se lo contrasta con un Ronaldinho, un Messi o un Zidane, es evidente a leguas, hasta para la gente que no ha pateado un balón en toda su vida y que no sabe nada de fútbol. Asimismo, en la terapia física hay tantas cosas que están mal, en la educación y en la profesión (esto no es un secreto: ¡los mismos profesores y profesionales lo reconocen!), y no hay que ser un experto para notarlo. ¡Las cosas tienen que cambiar, para el beneficio de la profesión y de la población, y el primer paso es caer en la cuenta de ello!

4 comentarios:

  1. Hola:

    Es difícil que los que se hacen llamar "expertos" que ya lo saben todo, asimilen y acepten toda la información que aquí compartes. "Eres solo un mero estudiante sin experiencia" y por eso mismo observas cosas que los profesionales ya no lo ven o prefieren no mencionar para no enfrentar la incómoda verdad.

    Sigue adelante, hay más personas que aprecian tu trabajo que las que lo critican.

    Paola H.

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  2. Agrégale a lo que mencionaste AUTO-formación científica, a falta de formación adecuada y tus criterios serán prácticamente irrefutables independiente de tu experiecia (no porque no te puedas equivocar, sino porque habrá un motivo para tu equivocación si la hay y podrás exigirlo y sabrás plantear esa exigencia)

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  3. Paola,

    Gracias por tu comentario, me anima a seguir formándome guiado por mis principios.

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  4. Mauricio,

    Aunque no lo etiqueté como autoformación, sí mencioné que me empeño en consultar lo que hacen otros en otras partes del mundo, para tener diferentes perspectivas de las cosas. Gracias por compartir tu punto de vista.

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