martes, noviembre 02, 2010

Pomadas calientes y ciencias básicas (Parte I)

He notado que mucha gente piensa que las "pomadas calientes" que se aplican sobre la piel generan calor en ella y en los tejidos subyacentes, y por tanto las usan, o hablan sobre ellas, como si fueran agentes físicos de termoterapia, generalmente contrastándolas con el hielo u otros agentes de crioterapia. Yo tengo dudas sobre el uso de estas "pomadas calientes" como agentes de termoterapia y pienso que las ciencias básicas, como la física y la química, me podrían ayudar a resolver esta inquietud. Intentaré plasmar aquí mis pensamientos al respecto, para que me ayudes a refinarlos. Empecemos.

La física nos dice que el calor es un tipo de energía. Para que una "pomada caliente" transmita calor (energía) a los tejidos, esa energía debe estar contenida en la pomada y/o provenir de una fuente externa; no puede generarse espontáneamente. Dado que las "pomadas calientes" se aplican por sí solas (no están conectadas a una fuente externa de energía, como en el caso de otros agentes físicos alimentados por el suministro eléctrico, por ejemplo), la energía debe estar contenida, en alguna forma, en ellas. Se me ocurre que para que las "pomadas calientes" puedan generar calor al momento de contactar la piel, la sustancias de la pomada deben reaccionar químicamente con el aire, o bien con la piel y las sustancias alojadas en ella, liberando energía (es decir, el calor que utilizaremos) y generando productos químicos. Esa reacción generaría cambios en la composición de cualquiera de estos sustratos, y una posibilidad sería que cambie la composición de la piel, dejando de ser piel (lo cual generaría un daño tisular, un resultado que siempre se desea evitar al emplear las intervenciones conservadoras de fisioterapia). Si por los mecanismos que menciono (o cualquier otro) la pomada genera calor, este calor tendría que tener las características necesarias (entre otras, intensidad y duración) para transmitirse desde la piel (mediante el proceso físico de conducción y/o posiblemente otros) hacia los tejidos subyacentes: tejido adiposo, fascia, músculo, ligamento, etc.

Este razonamiento me conduce a pensar que las "pomadas calientes" difícilmente generarían calor suficiente como para ser consideradas agentes de termoterapia. Un mecanismo de acción que sí me parece plausible es aquel que encontré descrito en el libro de agentes físicos de Michelle Cameron (3ra. ed, 2008).Cameron explica que los contrairritantes tópicos* como las "pomadas calientes" a las que me refiero hoy "contienen sustancias como el mentol que estimulan la sensación de calor al causar una reacción inflamatoria leve en la piel" y que "estas sustancias también causan vasodilatación superficial" (pág. 159; el énfasis en cursiva lo puse yo). Para comprender este mecanismo, que sugiere que se trata de una sensación de calor más que de una auténtica generación de calor**, tendría que subir un nivel en la escalera de las ciencias, pasando por encima de la física y de la química para llegar a la anatomía y la fisiología, y mediante ellas explorar procesos como la inflamación, la vasodilatación, y la anatomía y fisiología de los sentidos.

Como dije al inicio, solicito la asistencia del lector para aclarar esta duda. Mientras tanto, me disculpo si en este intento por averiguar si las "pomadas calientes" podrían generar calor y, por tanto, podrían ser consideradas agentes de termoterapia por los terapeutas físicos (y la población en general), he dicho alguna barbaridad que contradiga lo que sostienen las ciencias básicas como la física o la química, o el conocimiento actual de la anatomía y la fisiología.

Nota: Aquí la segunda parte de esta entrada, con información que tiene que ver con la efectividad de los contrairritantes tópicos para aliviar el dolor, y que presenta la conclusión a la que quiero llegar con esta exposición.

(* Cameron va más allá y sostiene que el uso de otros agentes térmicos después de la aplicación de contrairritantes tópicos está contraindicado, porque los vasos sanguíneos, dilatados de antemano por los contrairritantes tópicos, no podrían reaccionar de forma suficiente para disipar el calor transmitido por el segundo agente térmico, lo que podría desembocar en una quemadura.)

(** Entiendo que algunos contrairritantes tópicos se fabrican a base de capsaicina, que es el componente activo de los pimientos picantes. Eso explicaría por qué también se siente "calor" cuando se come ají.)

2 comentarios:

  1. Interesante tu punto de vista. Entonces solo para aclararme mejor, el famoso mentol y las cremas que se venden informalmente solo nos dan una sensación de calor o de irritación, se podría decir que es un engaño a los sentidos, pueden además causar un efecto placebo para quienes las usan, pero claro, esto se vería solo en traumatismos o heridas muy leves.

    Paola.

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  2. Paola,

    Gracias por el comentario. Efectivamente, si tomamos por cierto lo que dice Cameron, y le damos algún valor a mi razonamiento, las "pomadas calientes" en realidad no calientan, sino que producen (indirectamente) un estímulo sensorial que el cerebro percibe como calor. Voy a buscar más información al respecto.

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