Algunos compañeros y profesores consideran que recibir clases de anatomía en un anfiteatro ("en la morgue", como decimos comúnmente) es
esencial para el conocimiento de la anatomía del cuerpo humano, incluyendo aquella de los sistemas musculoesquelético y nervioso, que son los que nos interesan en mayor medida a los terapeutas físicos. Por lo tanto, si un estudiante no ha tenido esa oportunidad, muchos dirían que el estudiante está en clara desventaja frente a otros que sí la han tenido, y que no le queda más que lamentarse por la oportunidad perdida.
Yo no estoy de acuerdo con eso, por algunos motivos. A continuación menciono los principales.
Primero, porque no estoy seguro de que unas pocas clases de duración limitada (las cuales deben ser fraccionadas para dar igual oportunidad a los
n estudiantes presentes) y que tienen lugar en un ambiente a veces subóptimo (en instalaciones de terceros, prestadas mediante convenios y disponibles en horarios fijos), puedan realmente marcar una
tremenda diferencia que consolide el conocimiento de un estudiante.
Segundo, porque pienso que para nosotros (los terapeutas físicos), a diferencia de lo que ocurre con algunos médicos (como los cirujanos) y otros profesionales de la salud (como los odontólogos), el trabajo consiste en manipular el cuerpo del paciente/cliente desde
afuera, colocando y deslizando nuestras manos sobre su piel, palpando, sujetando y movilizando su tronco y extremidades, y comunicándole mediante el tacto y la presión qué es lo que queremos que haga, o facilitándole la ejecución de la actividad buscada. En este sentido, pienso que nos convendría dominar la
anatomía superficial tanto o más que la anatomía
profunda (por llamarla de alguna forma que realce el contraste). Lamentablemente, al menos en mi caso, no se ha dado énfasis a ese conocimiento de la anatomía superficial.
Tercero, porque en esta época moderna hay infinidad de recursos visuales e informáticos que suplantan (o complementan) a la experiencia de la disección de cadáveres en vivo. Se trata de recursos que con seguridad nuestros profesores no utilizaron en su época de estudiantes y que aún hoy desconocen. En mi opinión, la ventaja de estos recursos radica en la posibilidad de la
independencia: el estudiante o profesor los tiene a su disposición en cualquier momento del día o de la semana, sin la necesidad de restringirse a las salidas programadas por la universidad o establecidas rígidamente por la institución que se visita.
Con estos recursos modernos, cada estudiante está en la posibilidad de estudiar anatomía en el confort del aula de clase o de su casa, en cualquier horario, a cualquier ritmo y en cualquier extensión, con la dedicación que necesite para comprender de mejor forma aquello que necesita saber.
Generalmente, estos recursos consisten de ilustraciones, animaciones, fotos y videos de la anatomía profunda y de la superficial, que se pueden observar, al gusto y antojo del estudiante o profesor, desde diferentes ángulos (incluso en 3D), con diferentes niveles de detalle y de acercamiento, aislando cada estructura o integrándola con el resto de cuerpo, examinando capa por capa o montando una capa sobre otra, y comparándolas con radiografías, tomografías y otras imágenes. Esta información visual normalmente está acompañada por descripciones sincronizadas en texto o audio. Estos recursos están disponibles para la compra individual o institucional, en forma de CD-ROM, DVD (para televisión o para computadora) o como aplicaciones en línea (en vivo) que corren desde una red local (por ejemplo, la red de computadoras de la universidad) o remotamente desde Internet.
Yo debería añadir que lo que acabo de exponer en realidad se trata de tecnología de
inicios del siglo XXI. Supongo que en poco tiempo veremos recursos más avanzados como aquellos que explotan las capacidades de la
realidad virtual.
Planeo mencionar algunos de estos recursos en el futuro. Por el momento, dejemos de lamentarnos cuando no podemos (u no pudimos) ir a la morgue, porque, aparte de los tradicionales libros, ¡sin duda hay alternativas muy valiosas en la actualidad!
Me gustaría saber qué opinas sobre lo que digo.