sábado, agosto 30, 2008

Encárgate de tu propia formación

Estamos empezando un nuevo semestre. Es oportuno hablarte de la percepción que tengo de nuestra actitud como estudiantes y del rol que nuestros profesores tienen en nuestra formación.

Con su conocimiento, experiencia y buena voluntad, nuestros profesores sin duda constituyen buenos guías para nuestra formación. Nos introducen a temas que probablemente por nuestra propia cuenta nunca hubiéramos descubierto; nos ayudan a resolver las dudas que tenemos sobre la materia que se ve o sobre asuntos de índole personal (la radiografía de mi columna dorsolumbar, la radiografía de tórax de mamá, los ejercicios para mi primo, por ejemplo); hacen los trámites (mejor dicho, luchan) para que tengamos sitios de práctica; nos ayudan a encontrar libros y recursos para las consultas de otras materias (ups... ¿se supone que no debía decir eso?); entre muchas otras cosas. Todo eso es significativo y apreciado.

Pienso que desaprovechar todo ese valioso aporte de los profesores sería irracional. A la vez, no me parece ideal depender de ellos. No han sido pocas las veces que los estudiantes hemos dicho, en tono de excusa, "¡Es que no nos enseñaron eso!". Si los profesores no nos enseñaron algo pero al mismo tiempo estamos al tanto de esa deficiencia, ¡lo lógico es que lo busquemos nosotros mismos!

De la misma forma, pienso que no debes limitarte a anotar y luego estudiar hasta el punto y coma de lo que se dijo en clases; ya sé que eso es lo que se evaluará y que se calificará, pero no necesariamente es todo lo que te conviene saber. En su lugar, coge un libro. O dos. O cinco. Si lees, te vas a dar cuenta de muchas cosas que no se han dicho en clases y que son tanto o más importantes que lo que sí se ha dicho. Talvez no sea lo que se va a tomar en la prueba, pero es algo que sin duda te ayudará en la vida real cuando tengas un paciente en tus manos (literalmente) y debas tomar decisiones.

Ya se trate de Biomecánica, Psicomotricidad, Semiología o cualquier otra materia, si acudes a los libros te vas a enterar de información fundamental que no se presentó en clases, por una u otra razón. Seguramente te asombrará la cantidad de cosas que son esenciales y que no sabías antes de leer los libros. Suene chistoso o no, lo que se ve en clases es, sin excepción, apenas un "pantallazo".

Si has leído y sabes alguna cosita del tema que se expone, participa en clases: comparte lo que sabes o tu opinión sobre lo que se discute en ese momento. A lo largo de la carrera he conversado prácticamente con todos los profesores. Muchos de ellos me han dicho que les gusta que los estudiantes participen en clases, que hagan preguntas o que comenten algo que sepan; otros me han dicho que tener estudiantes con conocimiento y opinión propias es un desafío que les invita a mantenerse al día y que incluso es una oportunidad que ellos mismos tienen para aprender.

A mí me encanta leer. Me encanta enterarme de cosas e ir viendo cómo se forman "conexiones en la red" (imaginémonos las sinapsis neuronales) entre lo que sabía y lo que estoy viendo ese rato en el libro, o cómo lo que sabía es refutado o desmitificado y que por tanto debo "desconectarlo de la red", por así decirlo. Es un desafío permanente, pero yo lo encuentro fascinante.

Naturalmente, llegará el momento en el que te gradúes y que ya no tengas alguien que te enseñe lo que debes saber, y que te verás obligado a encargarte de tu propia formación. Sin embargo, no esperes a que ese momento llegue; empieza a hacerlo ya.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con el hecho de que los estudiantes y todas las personas en general son responsables de asegurar una buena educación y preocuparse por mantenerse actualizados y críticos ante las teorías y conocimientos establecidos.

    A la vez observo que mucha de la literatura que nos recomiendan y venden, está desactualizada o cuesta un ojo de la cara, lo cual limita el acceso a la información y puede hacer que las personas pierdan el interés por saber y conseguir las actualizaciones, a esto se suma la comodidad y vagancia que a veces se apodera de nuestro ejercicio profesional y de la vida diaria.
    Desde que tengo uso de razón me han dicho que debo preocuparme por investigar más y leer todo lo que pueda sobre mi carrera y profesión, sin embargo, sí creo que es una limitante que los profesores, estudiantes, universidades, bibliotecas y librerías no hagamos un esfuerzo conjunto por mirar qué realmente sirve y qué está caducado y obsoleto.
    Es un trabajo de depuración de bibliografía, modelos y teorías, como algunas veces te he escuchado decir, "algo nuevo debe haberse descubierto en estos últimos 20 años, por qué seguimos aferrándonos a lo viejo conocido y a veces limitado y no experimentamos con nuevas cosas!".

    Paola.

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