martes, enero 05, 2010

Las sandalias, la biomecánica de la marcha y la salud

Ya te conté que una cosa que vi en mi viaje a Buenos Aires fue que el uso de sandalias en esta época del año es prácticamente una regla en la ciudad: gente de todas las edades (infantes, niños, adolescentes, adultos jóvenes y adultos) las visten para desplazarse por las calles. También te dije que en Buenos Aires se camina bastante para llegar de un lugar a otro: 5, 10, 15 o más cuadras por vez.

Al pensar en esto recordé que hace algún tiempo leí un reporte de prensa que mencionaba un estudio que se había hecho para descubrir cómo las sandalias modifican la biomecánica de la marcha, y para determinar si estas modificaciones tienen repercusiones en la salud del pie y del tobillo y, ascendentemente, del resto del cuerpo. Consulté a Google y encontré información sobre esto inmediatamente.

Aquí los reportes en newswise, U.S.A. Today y WebMD. Acá en la revista BioMechanics y en el sitio web de American College of Sports Medicine (esta última y WebMD hablan también de los zapatos de taco alto). Los resultados de este estudio fueron ampliamente publicitados, como explica esta página de la Universidad de Auburn, que fue donde se realizó el estudio.

Relacionado con este tema, un poco de información sobre el uso de sandalias y los problemas ortopédicos que puede causar se puede encontrar en estas dos páginas, uno y dos, del sitio web de American College of Foot and Ankle Surgeons. Finalmente, "cinco razones por las cuales las sandalias son malas para los pies", según Leinster Clinic Biomechanics Lab.

En resumen, la comodidad que otorgan las sandalias justifica su uso casual en la playa y en los climas cálidos, pero una cosa diferente es utilizarlas todo el día y caminar distancias largas con ellas, ya que esto, como sugiere el estudio y el resto de recursos mencionados, podría resultar perjudicial para la salud.

Sería interesante preguntar a los porteños si tienen molestias en los pies y tobillos que podrían estar asociados al uso prolongado de las sandalias. Por lo pronto, yo sí noté que la gente tiende a flexionar los dedos de los pies con cada paso para "agarrar" la sandalia, como mencionan algunos de los artículos. Observé también abrasiones o cicatrices (en algunas casos muy notorias) en la piel de los pies y tobillos (particularmente sobre el calcáneo y el tendón de Aquiles) de una gran cantidad de personas, las que muy probablemente se deben al roce, el cual ocurre también con cada paso, de estas regiones de piel con los componentes de algunos tipos de sandalias.

4 comentarios:

  1. Hola esteban, es muy interesante esta entrada, en especial para mí que en estos precisos momentos uso sandalias (flip-flops, como se dice en ingles, un nombre curioso y desconocido por mi, por cierto). Y estoy atravesando el post-operatorio de una ruptura del tendón de aquiles, sometido a una Tenorrafia a cielo abierto. El tema es que mi novia, que no es klga, ni se acerca a ser algo parecido, me retaba porque usaba las sandalias y me decía que me podrían hacer mal...
    Bueno luego de leer tu entrada, veo que ella tenia mucha razon, aunque a mi no me ha afectado en nada a mi rehabilitacion que esta en muy buen pie.

    Saludos desde Curacavi, Stgo de Chile.

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  2. Hola Pato! que chévere tu blog. En relación a este artículo, no sé si has oido acerca de unas sandalias que están de moda (se llama Fit Flops), que supuestamente ayudan a la postura de la persona.
    Abrazos desde Londres!

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  3. Rodrigo,

    Qué bueno que te pareció interesante la entrada. Que te recuperes pronto.

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  4. Cascarao,

    ¡Qué gusto recibir un comentario tuyo! No sabía nada sobre las sandalias que mencionas; ya voy a buscar algo al respecto. ¡Que te vaya de lo mejor en este nuevo año en donde sea que estés!

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