Hace algunos años leí algo sobre los estilos y las estrategias de aprendizaje: las preferencias y acciones que una persona determinada tiene o toma a la hora de estudiar y aprender.
No recuerdo exactamente las clasificaciones formales de los estilos y de las estrategias de aprendizaje, pero recuerdo que se decía, entre muchas otras cosas, que los estilos y las estrategias están asociadas a la personalidad del individuo y también a la situación en la que él se encuentra cuando se topa con una oportunidad de aprendizaje. Se distinguía entre las personas que prefieren aprender sobre algún tema siguiendo un orden predeterminado y aquellas que prefieren hacerlo al azar ("como caiga"). Yo emplearé los adverbios sistemáticamente y aleatoriamente para referirme a estas dos posibilidades, respectivamente.
Desde que empecé a estudiar Terapia Física, que era un campo totalmente desconocido para mí, he notado que yo prefiero aprender las cosas sistemáticamente, es decir, en un orden secuencial que vaya progresivamente desde lo fundamental hasta lo más avanzado, intentando ensamblar primero una base estable que sirva de asiento para la comprensión de los temas que son más difíciles. Los datos caen en orden y conectados con algo que ya se conocía previamente; en mi mente, esta conexión les da significado y relevancia.
En la universidad, sin embargo, una porción significativa del tiempo me he topado con entornos en los que el aprendizaje aleatorio predomina: uno debe tener la habilidad de recoger la información que ha sido lanzada al aire como datos sueltos y de empatarla con el resto de cosas que conoce. En las prácticas en instituciones, la aleatoriedad es máxima: la información cae al azar y cada uno mira cómo la incorpora.
Como te dije hace un rato, el estilo y las estrategias que uno escoge están determinadas en parte por la situación en la que uno se encuentra cuando la información se presenta: una persona puede variar su estilo y sus estrategias un momento más tarde si las circunstancias son diferentes. Desde mi punto de vista, un estilo sistemático tiene sentido cuando uno empieza a conocer sobre un tema y no quiere dejar vacíos en su conocimiento; un estilo aleatorio tiene más sentido cuando uno ya tiene un conocimiento bien asentado (una base firme) al que pueda integrar, por su propia cuenta, la información que cae en desorden, conectándola con lo que ya conoce.
Por mi situación actual de ignorancia, yo busco un aprendizaje más sistemático. Los libros por lo general son diseñados para que la exposición de los temas sea progresiva: ese orden y esa completitud me caen bien en este momento. La aleatoriedad que se manifiesta en clases y en las prácticas, en cambio, me hace sentir incómodo y me da la sensación de que no estoy aprovechando la información (y mi tiempo) de la mejor forma. Ya he dicho anteriormente que he sido un escéptico del beneficio de las prácticas, y este factor de aleatoriedad contribuye a mi percepción personal de que no obtengo tanto beneficio de ellas como esperaba, dada mi situación actual de (des)conocimiento.
¿Has notado que tú tienes un estilo preferido de aprendizaje? ¿Es compatible con las clases y las prácticas? ¿Te cae bien aprender de libros? ¿No es un problema para ti aprender de datos sueltos, como lo es para mí?
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buenisimo tu articulo :)
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